‘Un iPhone y un Mac te dan todos los recursos’: así trabaja Morrison con Apple como aliado creativo


Morrison es una de las marcas españolas más reconocibles del momento, con una comunidad fiel, un enfoque creativo muy claro y un crecimiento constante desde su nacimiento en 2016. Hablamos con Jacobo Campuzano, Brand Manager de la firma, en las oficinas de Apple España, donde compartimos una conversación en torno a la creatividad, el papel del diseño, la comunidad que han construido y cómo el ecosistema Apple, con el Mac en el centro, se ha convertido en una herramienta estratégica para el día a día de su equipo.
Un proceso que comienza desde la planificación de campañas hasta la producción y edición de contenido. Apple proporciona a empresas como Morrison agilidad, continuidad y seguridad, sin necesidad de grandes infraestructuras IT. El Mac ofrece potencia y autonomía a la vez que compatibilidad con sus apps habituales, y una integración natural con otros dispositivos como el iPhone o el iPad. Todo, con una curva de aprendizaje rápida y con soporte personalizado para pequeñas empresas, disponible desde las propias Apple Store.
Pregunta. — Tu empresa proyecta y se nutre de la creatividad. ¿Cómo os ayudan los productos o servicios de Apple a poner en valor esa creatividad?
Respuesta. — Es todo. Yo creo que ahora mismo cualquier empresa que nazca y que vaya enfocada a ciertos sectores, como es el de la moda o la creatividad, necesita herramientas así. En nuestro caso, nos da sobre todo agilidad y capacidad. Un buen iPhone, un buen Mac… yo creo que te dan prácticamente todos los recursos que necesitas para hacer un buen “pre”, “durante” y “postpro”, como decimos nosotros.
P. — ¿Puedes explicarnos mejor esos tres momentos?
R. — El “pre” es preparar absolutamente todo con Keynote, tener las presentaciones actualizadas para todo el mundo, poder ir metiéndole mano… eso es importantísimo. Luego, a nivel de hardware, en una pantalla de un Mac o de un iPhone, el cómo se ven las cosas ya marca una diferencia en calidad. El “durante” se apoya en cámaras como las del iPhone, sobre todo pensando en vídeo y en contenido social. Ahí es número uno, no hay discusión. Y luego el “postpro” con los edits, las apps, los cronogramas que manejamos tanto en Mac como en iPhone, que no es lo mismo que otros dispositivos. Por ejemplo, la experiencia en Instagram no tiene nada que ver en iPhone.
P. — Supongo que muchos nuevos empleados llegan desde otros sistemas. ¿Cómo es la adaptación al entorno Apple?
R. — Yo suelo hacer el onboarding, cuento un poco la parte más global de hacia dónde vamos, y luego los managers hacen esa “entrega” al equipo. A veces da un poco de vértigo, porque necesitamos que la persona empiece a rendir rápido, el ritmo que llevamos es una locura. Pero nunca me he encontrado con un problema real. Hay algunas dudas, algunas preguntas, pero más del tipo “¿cómo hago esto de esta forma?” o “¿el comando es como un shift?”, ese rollo. La gente joven se acostumbra rápido a lo que le des, y en un par de días ya ni te das cuenta de que es nuevo con Mac.
P. — ¿Grabáis campañas y contenidos con dispositivos Apple o combináis con cámaras profesionales?
R. — De todo. Por ejemplo, una campaña que hicimos con Brunch Electronic Festival fue grabada full mobile. También usamos una cámara retro antigua, pero casi todo salió de iPhone, incluida la edición. En VibraMau, salvo un episodio de YouTube, todo ha sido mobile. El BTS del evento de Members también. Utilizamos el móvil muchísimo porque creemos que ahora mismo el contenido en redes debe ser nativo, y para eso el iPhone es perfecto. Luego, para la parte más fotográfica sí buscamos un punto más técnico, pero incluso ahí nuestro fotógrafo edita las fotos en Mac y en su iPhone.
P. — Hablemos de Morrison como marca. Yo conocía la marca, pero todavía no he apostado por ella. ¿Cómo definirías vuestro público?
R. — A lo mejor por nuestro idioma, muy de redes sociales, parecemos una marca joven, como muchas que están teniendo ahora su boom. Pero nuestro primer tier de público va de los 25 a los 35. El segundo es de 35 a 40. Luego viene el de 18 a 25 y también tenemos un público más senior, de más de 50 e incluso de 65. Más del 50% está en ese primer escalón, pero los demás están súper equiparados. A mí me gusta pensar que Morrison es para todo el mundo, sin importar sexo ni edad.
P. — ¿Y qué aportáis más allá del diseño?
R. — Hay una parte emocional muy fuerte. Intentamos que la gente se sienta parte de la comunidad. Tenemos la Morrison Community, donde puedes entrar prácticamente solo por subir una foto y mencionarnos. Y luego está la Morrison Members, nuestro club de fidelización, donde recibes un montón de cosas solo por tener unas zapatillas o una camiseta. Hemos cogido a clientes como modelos, intentamos que haya naturalidad y transparencia en todo. Gente real, conocida, amigos, familiares… eso genera cercanía de verdad.
P. — ¿Cómo imaginas Morrison dentro de 10 años?
R. — Yo vuelvo a mi sueño. Con el crecimiento que llevamos estos años, y siempre desde la humildad, creo que la firma puede estar muy bien posicionada como una de las mejores marcas de zapatillas del mundo. Y española, si no la mejor, entre las mejores. Pero más allá de eso, quiero que siga siendo una marca abierta, en la que cualquier persona se sienta bienvenida. Una Morrison para cada persona, ese es el objetivo.
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